Y un gallo


Varias patas llenas de escamas caminan nerviosas por el suelo seco. Sus picos cortos y fuertes, punzan el suelo, como buscando algo que no hay. Los ojos vivos, que miran desorbitados hacia cualquier lado. Van de acá para allá, sin rumbo fijo. Sus cuerpos emplumados, pesados los cuerpos. Las gallinas como nerviosas caminan creando una especie de baile ritual. Y un gallo.

Desde un costado, se acercan los pies de La Reina.

Caen desde arriba, como una lluvia mágica, semillas enteras y algunas trituradas. Granos amarillos que rebotan en el suelo seco. Las aves se vuelven locas, tratan de volar.

Se picotean entre ellas.

Se lastiman.

Dos pollitos son pisoteados por el gallo.



IVAN IANNAMICO

1 comentarios:

Nekro dijo...

La lluvia dorada, el oro de los incansables campesino de tierras un poo, solo un poco más benignas.. las mismas manos arrugadas y cansadas que lo cosecharon ahora lo distribuyen entre los más hambrientos... un sueño popular?


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